miércoles, 22 de julio de 2009

Azoteas



A dos meses del Temblor.

Muchacha en Parque de diversiones.
Un video realizado en la azotea de nuestra primera casa. Mayo 2008

El texto de Liliana me lo ha pasado Mextli.


Todas esas personas acostadas sobre el pavimento mirando el techo lleno de estrellas, esas estrellas que te hacen pensar en lo pequeño que eres, más pequeño que una Morona d pan y aún más pequeño que un pedacito de mitocondria, toda esa gente tirada en el techo de mi casa porque habían descubierto que ya nada era prescindible que lo único que se podía hacer en ese momento era recostarse y mirar el cielo. pensar en el mañana, en el mañana de despertadores y de autobuses a reventar, de tráfico y de itinerantes momentos de felicidad forzada, eran ahora irrisorias historias para contar después, ahora no, ahora con la inmensidad de encima , no.


Hace mucho tiempo cuando yo era chiquita, tan chiquita como un pedacito d mitocondria, a mi mamá le gustaba lavar todo lo que podía ser mojado y secado, lavaba tanto …creo que por nostalgia, nostalgia de un pasado que se le perdió entre los hijos y el trapeador. La nostalgia más triste es la nostalgia de algo que siempre esperaste y nunca pasó a lo mejor pasó y nunca te diste cuenta y lo miraste partir pensando que volvería; pero nunca volvió. Mamá quería ser bailarina, y no se en qué momento todo se le escurrió por el vientre y así fue como empezó a lavar ropa, lavaba para enjuagarse el alma de tanta nostalgia. En ese entonces yo no entendía de nostalgias , cuando eres tan chiquita como un pedacito de mitocondria no te caben tantos recuerdos, es por eso que yo me dedicaba a perderme entre el laberinto de sábanas blancas, corría entre el olor a cloro y me convertía en una ballena que nadaba en un mar inmensamente blanco, a veces la ballena miraba hacia arriba y veía el cielo azul , entonces exhalaba y sacaba un chorrito de agua por la espalda, allí es donde agarré esta costumbre de visitar azoteas, ahora ya no soy una ballena por que cuando creces vas dejando que la cotidianeidad se apodere de ti y dejas de mirar hacia arriba, pero cuando te encuentras en una azotea , estás arriba de todas las casas lo único que puedes ver es el cielo y abajo el mar de casas y gente, y puedes navegar y la ropa que está en los tendederos se empieza a hinchar y se convierte en las velas que te van a ayudar a que ti casa se desprenda del pavimento y así puedas comenzar el viaje.

Liliana Castillo R.

martes, 14 de julio de 2009

Nota acerca de Liliana en www.delvallede10.com.mx

Aquí les dejo el link de la nota que escribió y grabó Berenice Balboa.



http://www.delvallede10.com.mx/detalle464.html





Gracias

lunes, 13 de julio de 2009

Bike Around the Block

Estos días huelen a tí.